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Está comprobado que los animales provocan efectos beneficiosos en las personas. En Aspace descubrimos cada día como los caballos consiguen mejorar el rendimiento de los niños y de los mayores: mejoran la postura, se relajan, sonríen, mantienen el equilibrio… Y a veces, crean situaciones especiales que dan todo el sentido a la actividad.
Así, en uno de los talleres de equinoterapia que se imparten en el centro de día Es Siurell, los usuarios fueron los encargados de mostrar los caballos a los alumnos del aula G y el aula de “transición a la vida adulta”. Les enseñaron cómo tocarlos, acariciarlos, incluso cómo cepillarles el pelo. Ronda y Atila aguantaron pacientemente porque conocen muy bien a los chicos de Aspace. Y se creó un vínculo especial entre los mayores del centro y los más jóvenes que también es efecto de la equinoterapia.
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